La poquedad de una mujer, a veces, esconde el carácter apasionado y fogoso de una fiera sexual
Había presionado el interruptor. Lo sabía. De repente, se encontraba sexualmente receptiva. Como por arte de magia, la charla se centró en el interesante tema de su sensibilidad sexual, tan distanciada según ella de la de la mujer de a pie.
