Si muestra su cuello, y asimismo si lo acaricia con sus dedos
La más infantil, inmadura y destructora actitud que tenemos contra el amor de pareja nos ha convertido en criaturas que se niegan a ser criaturas de amor. Acusan al amor dé todo, acusándolo de ser lo misteriosamente malo. Simplemente pues ignoramos y preferimos ignorar lo que es el amor.